Son muchas las personas a nivel mundial que, desafortunadamente, no cuentan con un alimento diario que les permita saciar su hambre. En muchos casos, estas personas pueden pasar el día entero sin probar ningún bocado.
Sin embargo, existen las personas de buen corazón que siempre están dispuestas a tender una mano amiga. Así, lo demostró Crispín Vera, un mesero paraguayo que trabaja en el Restaurante Rincón de la Costa. ¿Quieres conocer su historia"

Un acto de bien
Un hombre humilde entró al Restaurante Rincón de la Costa, donde Crispín Vera trabaja como mesero. A diferencia de lo que sucede habitualmente en otros establecimientos, el mesero en ningún momento se interpuso en su camino ni lo rechazó. El hombre ingresó con la intención de comer las sobras de unas porciones de pizza que habían dejado unas señoras quienes, al salir del local, le dieron el permiso de aprovechar los alimentos que habían quedado servidos.
En ese momento, Crispín se acercó al hombre para preguntarle sobre su situación. Por este motivo, el hombre tuvo la posibilidad de explicarle los clientes anteriores le habían dado la oportunidad de alimentarse y le preguntó si se podía quedar.

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