Aunque esta sustancia se asocia a un uso medicinal, la realidad es que podemos emplearla para mejorar el aspecto de plantas, cultivos y césped. Existen diferentes maneras de utilizar las sales de Epsom en el jardín para potenciar el desarrollo y el crecimiento saludable de la flora de tus espacios exteriores.
Sabemos que en los seres humanos, estas sales tienen propiedades analgésicas y laxantes, gracias a su alto contenido de sulfato de magnesio. Lo que no se conoce tanto es que dichas sales tienen otras aplicaciones en el ámbito de las plantas, que han demostrado ser muy efectivas.
1. Incrementan la absorción de nutrientes
La absorción de minerales como el nitrógeno, el fósforo y el azufre se ve potenciada cuando agregas el sulfato de magnesio contenido en las sales. Te sugerimos agregar una cucharada de sales de Epsom cada 4 litros de agua de riego, 2 veces al mes. Al cabo de un tiempo notarás cómo el follaje se vuelve más tupido. 2. Suavizan el impacto del trasplante
Cuando trasplantas, el vegetal sufre mucho; sus hojas se ponen amarillas y en algunos casos tiende a marchitarse. Al momento de trasladar la planta, pon las sales en agua y moja las raíces directamente en esta preparación.

Los trasplantes en el jardín causan estrés en los vegetales, por lo que existen técnicas para minimizar el impacto.

3. Fortifican las semillas
La gran cantidad de magnesio que contienen las sales de Epsom, fortalece las paredes celulares, por lo que las semillas...