Las personas altamente sensibles pueden despertar la incomprensión en los demás. En muchas ocasiones, se las ve como demasiado “exageradas”.
Es algo normal, si tenemos en cuenta que ante una situación cotidiana ellas responden de forma automática e inesperada de una manera llamativa.

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Sin embargo, juzgar antes de saber lo que ocurre siempre nos lleva a equívocos. Desconocemos el malestar que pueden sentir y generar este tipo de respuestas.
1. No soportan la presión

Tener muchas tareas que hacer puede agobiarlas. Prefieren concentrarse en una sola y darlo todo. De hecho, suelen ser personas muy creativas.
Trabajan mucho mejor en soledad y bajo un ambiente tranquilo. Cuando esto no es así, el estrés hace acto de presencia y son incapaces de ser eficaces y productivas. Como exista ruido a su alrededor o alguien que le inste a estar atentas a diversas cuestiones, empezarán a sentirse bloqueadas.
Cuando esto sucede, las personas altamente sensibles se vuelven irritables y con un humor difícil de soportar.
2. Rechazan los ambientes caóticos

En nuestra sociedad el caos es siempre bien recibido. Parece que buscamos el ruido, la música alta, los estímulos fuertes que nos alejen del silencio.
Sin embargo, las personas altamente sensibles huyen de todo esto.

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Recibir demasiados estímulos al mismo tiempo puede resultarles enloquecedor. Olores, s...