Las semillas o pepitas son el origen de la nutrición puesto que son una planta viva embrionaria que permite la renovación, regeneración y sucesión ecológica de las plantas y ambientes naturales.
Las semillas son alimentos que pueden conservarse vivos tras su almacenamiento. Contienen, en reserva, los elementos necesarios para sostener con vida las primeras etapas de la futura planta.
Por esa razón es comprensible que figuren entre los primeros productos alimenticios cultivados por el hombre, pues cuentan con altas concentraciones de vitaminas, proteínas, minerales, enzimas y aceites esenciales en estado crudo.

Tipos de semillas

Existen distintas especies y categorías de semillas:
Leguminosas
Básicamente, son semillas secas, limpias, extraídas de la vaina, como los garbanzos, habas, judías o frijoles, lentejas, entre otras. Son alimentos muy completos que incluyen casi todos los nutrientes. Nos proporcionan 350kcal/100g. Además nos aportan:

Entre un 16 y un 19 % de proteínas
Hidratos de carbono de digestión lenta
Fibra soluble
Ácidos grasos poliinsaturados (omega 3 y 6) y  monoinsaturados (omega 9)

Asimismo, se ha demostrado que las leguminosas pueden ayudar al manejo de colesterol y la glucosa en la sangre.
También favorecen la reducción del riesgo de padecer enfermedades del corazón e incluso algunos tipos de cáncer.
Las leguminosas son consideradas como la fuente principal de proteína vegetal para el hombre.
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