En los últimos años se ha vuelto popular el empleo de la linaza o semillas de lino en la elaboración de panes y otros productos de panificación.
Su creciente incorporación a la dieta humana se debe a que la linaza ha sido clasificada como un alimento funcional.
Nota: Los alimentos funcionales son aquellos que, además de sus atribuciones nutricionales, actúan de manera benéfica en el organismo y ayudan a reducir y prevenir los factores de riesgo en la aparición en enfermedades.
Proveniente de la planta de lino, la linaza es una fuente de alimento reconocido desde la prehistoria y culturas antiguas, como es el caso de los egipcios, quienes la empleaban como alimento, medicina y laxante.
Durante un tiempo, el proceso de industrialización de la linaza se orientó hacia la producción de aceite. Sin embargo, gracias a sus propiedades en los ámbitos de salud y prevención, la semilla de lino ha capturado las miradas de la comunidad científica y del mundo en temas de salud y bienestar.
Propiedades de la linaza

La semilla de lino presenta en su composición algunos compuestos interesantes:
Ácido alfa linolénico (ALA)
Posee un contenido alto en Omega 3 (cerca del 50 a 55% de los ácidos grasos totales de su composición). Por eso contribuye a la reducción del riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Fibra dietética
Cerca del 28% del peso de la semilla es fibra dietética.
De esta el 25% es fibra soluble (reducen la absorción de colesterol y glucosa...