Sacudir el polvo, lavar los platos y pasar la escoba son oficios domésticos factibles de hacer en un día; no consumen demasiados minutos ni agotan, lo que sí sucede cuando llevas a cabo la limpieza profunda del hogar. Esta ampliación del aseo en casa abarca tareas que demandan meticulosidad, así que serán necesarias horas, incluso días, si quieres dejar las salas como una «tacita de plata».
Para ejecutar esta clase de higienización necesitas más que una escoba y un plumero. No hablamos solo de utensilios de limpieza; también nos referimos a la paciencia y la resistencia, pues la actividad física que supone la pulcritud de la casa es comparable con la práctica de ejercicio. Indaguemos al respecto.
Importancia de la limpieza profunda en el hogar La meta en una limpieza profunda es desinfectar y deshacerse por completo de la suciedad que invade los recovecos de la casa. Es diferente al saneamiento cotidiano, porque comprende mucho más: puertas, chimeneas, ventanas y canaletas, por ejemplo.
Para la limpieza a profundidad hay que prepararse con productos, herramientas y, sobre todo, organizarse con tiempo. Como mínimo, pasas un día entero rodando objetos, descartando lo que no usas, reparando lo dañado y, en general, haciendo más cosas de las que normalmente conlleva el aseo convencional.
El proceso cubre todas las estancias y algunas ameritan mayor intervención que otras. Por más tedioso que parezca, es importante programar limpiezas de este tipo al menos ...