Las lesiones domésticas más comunes son abrasiones, arañazos, cortes y quemaduras. (Cuando hay abrasiones y rasguños, solo se daña la capa superficial de la piel. Para cortes, todas sus capas, y en algunos casos, tejido subyacente. Una quemadura es un daño tisular causado por calor excesivo, corriente eléctrica o una sustancia química.)

Para pequeños cortes y heridas.

Lave la herida con peróxido de hidrógeno al 3% y, si no tiene, con agua limpia (lo idela es fría y hervida previamente) y jabón con un hisopo de algodón o gasa. Lavar bien con jabón y agua.

Seque la piel alrededor de la herida, trate sus bordes con yodo u otro antiséptico.

Cubra la herida con un paño de gasa estéril y aplique un vendaje.

Para cortes y heridas serias.
Si la víctima tiene sangrado severo, levante el área afectada por encima del nivel del pecho y presione firmemente los bordes de la herida con una gasa estéril o tejido limpio hecho un rollo. Si es necesario, sostenga el tejido durante 10-15 minutos hasta que se detenga el sangrado.

Tratar los bordes de la herida con antimicrobianos o antisépticos.

Coloque un paño de gasa estéril sobre la herida y fíjelo con una venda (una bufanda u otro paño limpio). El vendaje no debe estar demasiado apretado. Si la sangre se ha filtrado a través del primer vendaje, aplique un segundo vendaje de presión. No retire el vendaje anterior, ya que puede dañar el coágulo de sangre que ya se ha formado y se reanudará el sangrado.

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