Los muebles, las paredes, el piso y los vidrios se manchan. Se trata de un hecho inevitable en el uso cotidiano de todos los sectores del hogar. Las limpiezas generales permiten mantener los elementos en condiciones, pero hay manchas que requieren un tratamiento especial. Sobre todo, cuando se trata de los textiles. Hacer un limpiador de tapicería casero es posible con materiales que, con frecuencia, están presentes en el cajón de limpieza o en el botiquín.
Si bien existen opciones comerciales, las fórmulas químicas de elaboración pueden contener elementos poco deseados para las diferentes telas o peligrosos para el contacto humano. Además, es importante conocer cuál es la fibra de cada tapizado: no todos vienen preparados para los mismos métodos de higienización.
Descubre las formas más sencillas de hacer un limpiador de tapicería casero y eliminar las manchas de comida, de tinta o de mascotas.

Conocer los tejidos para hacer un limpiador de tapicería casero adaptado
La mejor manera de limpiar la tapicería es conociendo qué productos son aptos para aplicar en su superficie y cuáles se deben evitar. Esta información se encuentra explícita en la propia tela. En general, hay una marca con letras en la parte inferior de los cojines o de la pieza tapizada.
En los casos donde no se encuentre, hay que buscar en internet según el modelo del tapizado. Por otro lado, se puede realizar una prueba en un sector poco visible para evaluar cómo reacciona ante el agua...