Perder la vergüenza en la cama parece una consigna imposible para muchas mujeres. Pero tranquilas que es mucho más sencillo de lo que pueden imaginar. Hasta podríamos asegurar que es un proceso por el que todas han pasado en algún momento de sus vidas. Y, para ser sinceros, muchos hombres también han caminado la ruta de las mejillas sonrojadas o las inseguridades propias.
Tener pudor en determinadas situaciones no habla mal de las personas. Pero de igual manera hay que ser conscientes de que es un factor para trabajar. Cuando esa sensación invade la privacidad o se entromete en las relaciones de pareja es posible que termine ocasionando daños mayores. Por lo tanto, reconocer lo que sucede es la mejor manera para encontrar la solución.
Generalmente, se ocasiona por inseguridades personales que se proyectan al interactuar con otros. Y, cuando de sexo se trata, aparecen disfrazando prejuicios o creencias que las personas incorporaron durante años. La desnudez, la inmoralidad del sexo oral, las malas palabras y tantos otros tabúes que la sociedad fue delimitando se inmiscuyen solapadamente. La consecuencia directa es la vergüenza que paraliza los momentos más placenteros que se pueden conseguir con un novio.

Consejos para perder la vergüenza en la cama

La cama es un lugar en el que los problemas o el estrés no son bienvenidos. Así que, la primera medida es aprender ese concepto de memoria. Ir a la cama es sinónimo de relajarse. Además, todo lo que sucede ahÃ...