Las discusiones de pareja no pueden evitarse, son necesarias cuando hay situaciones que resolver; pero lo que debemos evitar es transformarlas en peleas. Y, por supuesto, procurar no discutir frente al niño.
Los niños que presencian discusiones verbales y físicas comienzan a experimentar una sensación de angustia que luego se transforma en sentimientos de rabia, tristeza o miedo. Y cuando son bebés, las consecuencias a nivel piscológico son mayores.

Consecuencias de discutir frente al niño
1. A nivel subconsciente cuando son bebés

Los recién nacidos son capaces de registrar en su subconsciente los estados de ánimo de las personas que les rodean, incluyendo el tono de voz y los gestos. Al igual que perciben el amor que les rodea, también sienten cuando la situación está tensa, cuando el tono de voz es de enfado o cuando la mirada expresa agresividad. 2. En su desarrollo emocional 
No importa la magnitud de las discusiones, crecer en un clima familiar tenso puede provocar trastornos emocionales profundos debido a que favorece la aparición de problemas como la ansiedad y la falta de autoestima.
Un entorno tranquilo, donde el niño no está involucrado en los conflictos de los adultos, contribuye a un desarrollo psicológico armónico.
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3. En un niño de edad preescolar
En esta etapa, el niño no ha desarrollado por completo el lenguaje y busca expresarse mediante la comunicació...