La dieta de la sopa no es una buena opción para perder peso, aunque muchos gurús afirmen su eficiencia. Se trata de una pauta muy restrictiva, que incrementa el riesgo de desarrollar déficits y que puede llegar a comprometer el estado de salud.
Para adelgazar no hay que pasar hambre o eliminar grupos enteros de alimentos, sino promocionar buenos hábitos y adecuar la ingesta a las necesidades. Y aunque estos planes de alimentación dan resultado a corto plazo, sus efectos contraproducentes son motivos suficientes para evitarlos. Te contamos más a continuación.
¿Qué es la dieta de la sopa"
La dieta de la sopa es un modelo de alimentación en el que solo se permite el consumo de estas preparaciones. A menudo, las mismas se elaboran a base de alimentos de origen vegetal; sin embargo, pueden incluir trozos de carnes magras y aceite. Su principal objetivo es la pérdida de peso rápido. Quienes la defienden afirman que es posible perder entre 3 y 8 kilogramos de peso corporal en cuestión de una semana. Por supuesto, esta es la primer señal de alerta sobre sus peligros.
Al ser un régimen de alimentación agresivo y restrictivo, quienes la realizan se exponen a efectos secundarios que van de leves a graves. No es sostenible a medio plazo, ya que pronto aparecerá un estado de ansiedad que perjudicará la adherencia.
Hay un alto riesgo de padecer efecto rebote y de desarrollar patologías crónicas al hacer este tipo de dietas. 

Basar la dieta solo en sopa...