La cera que se acumula en los oídos es un lubricante natural producido por las glándulas que se encuentran en el canal auditivo.
Esta tiene como principal fin proteger la zona frente a los microorganismos y agentes externos, evitando su paso hacia la parte interior del oído.
Cuenta con una textura similar a la de un gel, pero está compuesto por restos de grasas y células muertas que se encargan de mantener lejos los microorganismos infecciosos.
Pese a esto, es conveniente limpiarla de forma regular, dado que su acumulación excesiva puede bloquear el conducto, provocando síntomas como los zumbidos y la disminución de la audición.
No obstante, es importante saber hacer la limpieza, ya que el uso de hisopos de algodón o elementos similares puede traer consigo varios efectos contraproducentes. Por suerte, existen varias soluciones de origen natural que, sin mayor esfuerzo, ayudan a removerla de forma segura.
¿Te interesa conocerlas"

1. Agua oxigenada

El agua oxigenada, también conocida como peróxido de hidrógeno, es un producto natural que ayuda a remover el exceso de cera sin afectar el canal auditivo.
Sus compuestos antisépticos reducen la presencia de bacterias, mientras que el líquido drena los residuos.
¿Cómo utilizarla"

Combina partes iguales de agua oxigenada con agua y, con la ayuda de un gotero, pon 2 o 3 gotas en cada oído.
Inclina la cabeza para que el líquido entre y, pasados 3 minutos, cámbiala de lado para remover los residuos.
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