Las afecciones cardiacas son aquellas que afectan el sistema cardiovascular. Muchas de estas afecciones suelen ocasionar que las arterias pierdan grosor y la cantidad de sangre que el corazón bombea sea menor, lo cual incide directamente en la presión sanguínea.
Las afecciones cardiacas hacen que la persona tenga un riesgo mayor de sufrir ataques al corazón, e incluso, problemas renales. No obstante, si la persona es consciente y procura mantener un estilo de vida saludable y un control médico, las afecciones cardiacas pueden controlarse.

Síntomas comunes
A menudo las afecciones cardiacas suelen presentarse de una forma asintomática y no suelen causar molestias significativas. Solo en aquellos en los que la enfermedad se encuentra en un estado más avanzado, la persona puede experimentar ciertos síntomas con frecuencia. Entre los síntomas más comunes de las afecciones cardiacas pueden contarse los siguientes:
Hormigueo en el hombro izquierdo.
Dolor en la mandíbula o espalda.
Pérdida del conocimiento.
Palpitaciones irregulares.
Dificultades respiatorias.
Presión en el pecho.
Dolor en los brazos.
Sudoración fría.
Náuseas.
Vómitos.
Mareos.
Palidez.
Tos.

Entre otras de las posibles manifestaciones propias de las afecciones cardiacas se encuentran las siguientes:

Dificultad para hablar y comprender.
Entumecimiento en la cara, piernas o brazos.
Problemas para caminar y pérdida de equilibrio.

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