Cuando nos sumergimos en la acción de buscar pareja dejamos de lado lo más importante para centrarnos, tan solo, en lo superficial.
Así, escogemos a aquellas personas que se adecuan a nuestro prototipo: morenas o rubias, altas o bajas, maduras o inmaduras, simpática o serias…

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Sin embargo, este tipo de elección causa muchos problemas. A largo plazo nos damos cuenta de que no conectamos de manera profunda con nuestra pareja, de que algo va mal y de que la relación se va a pique.
Buscar pareja es una decisión consciente

Buscar pareja tiene que ser una decisión consciente, madura y en la que sepamos bien qué es lo que nos gustaría encontrar.
Está claro que no existirá esa persona perfecta que posea todos lo elementos que deseamos en alguien. No obstante, sí es posible estar seguros de que la pareja que escogemos es la más adecuada para nosotros si nos fijamos en ciertos aspectos que serán imprescindibles para saber, a ciencia cierta, si la relación tendrá o no futuro.
Los miedos que tiene

Todo el mundo tiene algún tipo de temor, pero algunos de ellos pueden interferir de manera negativa en la relación que se está forjando.
Por ejemplo, si la persona que hemos elegido tiene miedo a estar sola, pasaremos a estar en una relación de dependencia.
En ella nos agobiaremos por determinadas actitudes que nuestra pareja mostrará para sentirse segura y sin miedo a que la abandonemos.

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