La miel de lavanda, también llamada «miel de espliego», es un producto producido por las abejas a partir del néctar que obtienen de las flores de la lavanda salvaje (Lavandula stoechas) y otras especies de esta planta. A menudo, puede encontrarse en diferentes mercados de España, sobre todo en Aragón, Cataluña, Valencia, Castilla y León.
De acuerdo con un estudio compartido en la revista Molecules, este tipo de miel monofloral contiene compuestos volátiles que se asocian con beneficios para la salud. En particular, su aporte de ácidos grasos, antioxidantes y carbohidratos coadyuvan a fortalecer las defensas y a calmar varias dolencias. Veamos en detalle.
Características de la miel de lavanda
De todas las variedades de miel, la de lavanda se destaca por su particular aroma y su sabor suave. Al ser fabricada por las abejas a partir del néctar de especies de lavanda como la Lavandula angustifolia, la Lavandula latifolia y la Lavandula stoechas, cuenta con unas características especiales de sabor, textura y propiedades. Para ser más precisos, tiene un color ámbar claro o blanco, una cristalización media y una consistencia fluida. Su sabor es dulce, pero tiene ligeras notas ácidas y florales.
Por lo general, no se somete a procesos de calor, lo que permite conservar sus propiedades. Incluso, puede contener partículas de polen y propóleo.

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