Tarde o temprano debemos entrar a la etapa de madurez y no hay nada que podamos hacer para evitarlo; simplemente llega la transición en la que la estructura de la piel adquiere un aspecto diferente.
Llegar a los 40 implica un cambio a nivel emocional, biológico y físico. Particularmente, la mujer experimenta una transformación en la piel; la elasticidad, firmeza y la capacidad de regeneración epidérmica ya no es la misma y el rostro adquiere una piel madura.
Sin embargo, la edad no el único factor para que suceda el envejecimiento prematuro. Que claro está, no sólo se observa en el rostro, también en los hombros, el escote y por supuesto las manos.
En términos biológicos, la epidermis sufre un deterioro en su función protectora. La dermis y la hipodermis también provocan afecciones en la estructura de la piel.
¿Cómo es el proceso"
Con el transcurso de los años el metabolismo de las células dérmicas es más lento, es decir, ya no se sintetiza el colágeno como antes y por consecuencia la piel se vuelve flácida.  Sin embargo, esto no significa que no se pueda seguir con una rutina de belleza habitual.
El objetivo está en cubrir las necesidades que nos exige la nueva piel para mantener las capas cutáneas en correcto estado.
Leer: Fisiología de la piel 
Cambios morfológicos

A continuación describiremos de manera más específica los cambios que hay en tu piel.

  Epidermis: disminuye la capacidad hidratante natural volviéndose seca y escamo...