La sal negra, o sal de Hawái, es un condimento que podría generar una serie de beneficios sobre la salud, si se consumiese con moderación en el contexto de una dieta variada y equilibrada.
Se trata de un tipo de sal no refinada que cuenta con un origen volcánico, lo que le confiere una serie de propiedades especiales. Tiene un poder de potenciación del sabor inferior al de la sal común y no presenta ningún olor, aunque sí un color negro intenso.
Antes de comenzar, hemos de destacar que para mantener un buen estado de salud es clave conseguir equilibrar el consumo de sodio con el de potasio. Estos minerales evidencian efectos antagónicos a nivel de control de la presión arterial, por lo que una ingesta nivelada conseguirá mejorar la homeostasis del sistema cardiovascular. Así, se podrían prevenir muchas patologías crónicas y complejas. Beneficios de la sal negra

La sal negra no sala tanto como la sal refinada, pero aporta varios beneficios al organismo.

La sal negra está compuesta por minerales como el azufre, el hierro, el cloruro de sodio, el cloruro de potasio y diversos compuestos sulfurosos. Esto le otorga unas propiedades nutricionales y organolépticas especiales.
Ahora bien, no debemos de olvidar que la ingesta de sodio sigue generando bastantes controversias dentro de la comunidad científica por su papel sobre la patología cardiovascular. Así lo confirma un estudio publicado en la revista Journal of the American College of Cardiology.
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