Cuando los niños sufren graves abusos físicos o sexuales, a menudo enfrentan el abuso a través de alguna forma de disociación. La disociación es continua, desde dejar temporalmente el cuerpo a la fragmentación en diferentes partes.
Tratando con los recuerdos del abuso

La disociación permite al niño separarse de la experiencia para tolerarla. La disociación hace que el evento abusivo se vuelva reprimido, lo que significa que se vuelve inconsciente. Es probable que siga siendo reprimido hasta que el aspecto del niño, que tiene la memoria, se siente lo suficientemente seguro para llevarlo a la conciencia.
Esto ocurre a menudo cuando las personas están en un ambiente terapéutico seguro o empiezan a practicar la unión interna y comienzan a crear un adulto amoroso. En algún momento del proceso de curación, la memoria puede surgir en los sueños, en los dibujos o en los sentimientos corporales, llamados recuerdos del cuerpo. Ocasionalmente, puede haber una “abreacción”, que es cuando la persona revive el evento abusivo como si estuviera sucediendo en el momento. La persona puede hincharse de moretones, o tener intenso dolor interno o externo físico. La persona en el estado abreactivo puede o no recordar haber estado en el estado después de regresar a la conciencia normal. A menudo, la abreacción es una forma en que el niño interior que recibió el abuso le permite al terapeuta saber lo que sucedió. Si usted está empezando a recordar el abuso seve...