Las trapeadoras, también conocidas como «fregonas» o «mopas», son elementos infaltables en el kit de limpieza del hogar. El cabezal de la trapeadora, compuesto de fibras, cerdas u otros materiales absorbentes, recoge la suciedad y la humedad cuando lo pasamos por las superficies de casa, haciendo que sean uno de los elementos de higiene favoritos.
Sin embargo, las mopas también acumulan bacterias y, por eso, requieren de un cuidado adecuado para mantener su eficiencia y prevenir la proliferación de gérmenes. Si te has preguntado cómo dejar tu fregona como nueva, sigue leyendo: en este artículo, te enseñamos, en cuatro simples pasos, a limpiarla en profundidad, quitándole el mal olor, dejándola blanca y lista para usar.
Así puedes lavar tu trapeadora Usar una fregona sucia para limpiar el suelo no es una buena idea. Además de no hacer bien su trabajo, esparcirá gérmenes y bacterias por todo el suelo, debido a la humedad. Así las cosas, te presentamos cuatro pasos que debes seguir para mantener tu trapeadora siempre limpia.
Paso 1: prepara la mopa
Hay muchos tipos de fregonas o mopas: de esponja, de algodón, de microfibras. Por suerte? en general? todas ellas pueden limpiarse de una forma más o menos similar. En todos los casos, el primer paso será prepararla para dejarla libre de suciedad y polvo, con el objetivo de facilitar la limpieza posterior. Para ello, solo tienes que sacudirla con suavidad.
Paso 2: limpia la fregona con agua y jabón
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