Los niños menores de seis años pueden dormir con los ojos medio abiertos. Es una condición fisiológica llamada "lagoftalmía" y no una violación de sueño. El lagoftalmos suele ir acompañada de gritos y espasmos de las extremidades. Pero después de un año y medio pasa. En los niños mayores de 18 meses, este fenómeno puede ser episódico en su naturaleza, principalmente debido a la sobreestimulación del niño durante el día por un exceso de trabajo de las células del cerebro y, como consecuencia, la posibilidad del cierre incompleto de los párpados. Si el niño sigue durmiendo con los ojos abiertos todo el tiempo y no como algo episódico, es necesario hacer referencia a un neurólogo, optometrista, neuropsiquiatra.

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