Si buscas una comida típica mexicana que se ha vuelto universal, esa es el guacamole, y mejor aún, el casero y saludable. Su base es el aguacate, un fruto de sabor muy característico y textura cremosa. Esta rica salsa lleva pocos ingredientes y puede ser un gran acompañamiento para tus comidas.
Por eso, te proponemos tres recetas para preparar un exquisito guacamole casero, con ingredientes que conservan su carácter natural. Además, te daremos algunos consejos para que sea lo más saludable posible. ¡Manos a la obra!

Historia del guacamole
Este plato tiene su origen en la época prehispánica. Su nombre proviene del náhuatl ahuacamolli, que significa «salsa de aguacate». Ahuacált es «aguacate» y molli es «salsa». Como lo indica, su ingrediente fundamental es el aguacate. Los aguacates proceden del centro y sur de México y del norte de Guatemala. Según la mitología, uno de los dioses ofreció la receta de guacamole al pueblo, como indica un estudio de la Universidad Católica de Pereira. Después de la llegada de los españoles a América, distribuyeron la especie y la salsa a otras partes del mundo.
A partir de este choque de culturas, le fueron incorporando diferentes ingredientes hasta convertirlo en la salsa guacamole que conocemos hoy. El guacamole mexicano tradicional puede acompañar galletas, patatas fritas, tacos u otros aperitivos.

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