Los suelos arcillosos pueden convertirse en un lugar idóneo para sembrar plantas decorativas, siempre que adecúes su estado y lo conviertas en un hábitat confortable. Ciertamente, esta clase de terreno no es amigable para cualquier especie; pero también es verdad que unos cuantos arbustos y flores prosperan en ellos.
A simple vista, los suelos pesados (otra manera de llamarlos) lucen deshidratados, frágiles y quebradizos. Sin embargo, con el drenaje apropiado y los fertilizantes especiales, lograrás un terreno para la jardinería y la horticultura.
Claro está, es necesario elegir determinadas plantas y brindarles cuidados pertinentes. ¿De qué variedades hablamos" A continuación, las revelamos.
Características de los suelos arcillosos Los suelos arcillosos son rojizos y agrietados. La principal particularidad es la proporción de arcilla que contienen, en mayor cantidad que limo y arena, los otros componentes de un terreno pesado.
Retienen bastante agua, pero sus «microporos» tienden a saturarse, lo que interfiere en la ventilación y produce encharcamiento.

Un capítulo del libro Avances en agronomía comenta como características de los suelos arcillosos las demandas de cal, su hinchazón al humedecerse y la contracción al secar. También mencionan el retraso para calentarse en primavera, la humedad en invierno y lo poderosos que son para que las plantas no sufran de sequía, aunque solo les proveen la mitad del líquido que almacenan.

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